Un proceso de limpieza dental normal, consta de un raspado de las superficies dentales para la eliminación del sarro, sin embargo también este procedimiento se puede llevar a cabo con ultrasonidos o sea por la emisión de ondas sonoras que debilitan el sarro de los dientes.
La aplicación de ultrasonido en el pasado y en la actualidad también en muchos casos se realiza con un escalador de frecuencias o instrumento metálico con el que su dentista raspa sus dientes y debajo de las encías, eliminando así lo que su cepillo de dientes no puede.
Hoy la limpieza dental ultrasónica utiliza un instrumento llamado cureta ultrasónica o Cavitron, que se encarga de distribuir las vibraciones ultrasónicas para destruir literalmente el sarro dental. A medida que el escalador ultrasónico vibra, produce ondas sonoras para romper el cálculo, el agua sale del extremo de la punta para quitar el sarro desprendido y a su vez evitar que el escalador se sobrecaliente.
El paciente no sentirá las vibraciones o las ondas de sonido, pero sí percibirá que sus dientes se sienten más limpios.
La limpieza dental ultrasónica ofrece el dentista y paciente varias ventajas, a saber:
– Reduce el tiempo de tratamiento
– El procedimiento suele ser eficaz para limitar la progresión de las primeras etapas de la enfermedad de las encías.
– No es doloroso y por lo general se puede hacer sin anestesia local o sedación en odontología. En el caso de existir sensibilidad, su dentista puede proporcionarles más opciones para que se sienta más cómodo.
– La limpieza dental por ultrasonidos, además puede reducir la aparición de manchas en los dientes.